"¿Una cosa amarilla redonda que es casi tan grande como yo? ¿Qué debo hacer con ella?" El cachorro de corgi parece estar pensando en este video. Los maestros de la alegría de la alegría deben haber tenido buenas intenciones cuando le dieron una pelota para jugar, y a cambio obtuvieron la reacción excepcionalmente dulce del perro. Ladra, mueve la cola, salta con sus piernas cortas y no parece ser capaz de decidir si jugar la pelota o huir de él. No hay nada más dulce que eso, ¿verdad?